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Clases de apoyo o refuerzo

Ahora que ya me queda poco tiempo para finalizar mi labor profesional en el centro educativo, pues se atisba en el horizonte el momento de la jubilación, no quiero dejar de lado mi tarea como docente y quiero seguir apoyando a todos aquellos chicos que necesiten un refuerzo que les ayude a la comprensión y superación de la materia de matemáticas. Por ello sigo ofreciéndome para dar clases a aquellos chicos que lo necesiten.

Hay varias razones por las que a algunos alumnos les cuesta aprobar la materia de matemáticas. La primera de ella es la comprensión de los conceptos, de las definiciones y los resultados que de ellas se derivan, para su aplicación en la resolución de ejercicios y, sobre todo, de problemas. Puedo enumerar algunas, las cuales he vivido tras todos estos años de experiencia docente.

  • El alumno llega a un determinado curso o nivel educativo sin haber consolidado de manera suficiente los conceptos que se han ido viendo en cursos anteriores. No voy a profundizar en las razones por las que esto es así, pero, suponiendo que se trata de un alumno trabajador y comprometido, básicamente son dos: la dificultad personal del alumno para la comprensión de las matemáticas y el hecho de que, durante el curso o cursos anteriores, no se hayan desarrollado los contenidos de la materia de manera suficiente (por motivos que ahora no vienen al caso) como para llegar con ciertas garantías al nivel siguiente.
  • El alumno se encuentra en un grupo o agrupamiento de alto nivel de conflictividad. En esta situación no es fácil el desarrollo de la materia por parte del docente, y el alumno comprometido, de manera paulatina, se ve impregnado del ambiente general o se desmotiva, con lo que los resultados no son los esperados.
  • La materia de matemáticas, o alguna parte de ella, es especialmente complicada. Me refiero, sobre todo, a las Matemáticas (Opción B) de 4º de ESO, o las Matemáticas I y Matemáticas II de 1º y de 2º de Bachillerato, respectivamente. En estos casos el alumno no llega a entender las explicaciones del profesor, o no es capaz de seguir suficientemente los argumentos que expone en clase y no consigue resolver los ejercicios o problemas de manera satisfactoria, cometiendo errores frecuentemente. Vamos, que no sabe por dónde tirar. La razón es que no comprende, no entiende lo que está haciendo, lo que se trae entre manos. Esto hace que el alumno, a pesar de su esfuerzo, se sienta desorientado y pierda motivación. Es en estos momentos cuando una ayuda externa es conveniente.

Por supuesto que hay más razones que hacen que un alumno interesado no rinda al nivel que se espera de él: situaciones personales y/o familiares, incorporación tardía, convalecencia de una enfermedad, etc.

Si os encontráis ante alguna de las situaciones anteriores, os puedo ayudar. Mi apoyo garantiza, en la inmensa mayoría de los casos, el aprobado en la materia, como mínimo. Creo humildemente que mi experiencia me avala. Dispongo de un espacio muy adecuado para llevar a cabo la tarea. Y materiales no me faltan. Podéis poneros en contacto conmigo a través del siguiente correo electrónico: pco400@gmail.com. Posteriormente podemos mantener una conversación presencial o telefónica e intentar atacar el problema de la manera más conveniente. Espero vuestros mensajes.