Solo va el corazón mudo y herido,
en la colina amor se ha desatado.
Cruza las tierras de uno a otro lado
hurtando del subsuelo algún gemido.
Separa los pasados atrevido
consumiendo sus fuerzas, desgastado.
De sus ruinas se inflama lento el hado
que traerá el amor ya decidido.
Para la unión se azotarán los días
en un feroz intento inquebrantable
por mantener la vida como un sueño.
En las entrañas estarán las vías,
búsqueda del retoño inexorable
fraguado en corazón de único dueño.