El amor que me maltrata
se revuelve entre la bruma
y yo caigo cual fragata
rota bajo olas de espuma.
Me rescata un gran navío,
fuerte valedor de mares.
El tuerto ordena con brío,
yo viajo por mis hogares.
En cubierta están las lunas
tapadas por el olvido.
Lejos quedaron las dunas
de tu cuerpo malherido.
Este es un mar grande, abierto.
Tengo un camarote parco
y sólo me queda un puerto
donde dejar este barco.