Ahora que duermo y vuelo rodeas abierta luna con tu media luz sus ojos y brillan lazos de espuma. Te veo cosida y sola entregada ya a la espera de cuya agonía gozas cambiando pena por pena. Acaricias el silencio sumida en caminos claros y avanzas toda famélica de mis piernas y mis labios. Sueño con los despertares donde rielen tus cabellos alrededor de mi boca y esperando desespero. Siento tus manos coger noches desde mi ventana y tus piernas deslizar con lentitud por las sábanas.