El amor es matemática pura para demostrar teoremas inmensos. Sabemos que matrices son ternura entre estos determinantes tan densos. Encuentro integrales desperdigadas y cambios de variable que se crecen. Hay calles de ecuaciones ajadas tras tangentes que tus curvas merecen. Atrás quedaron aquellos supremos recorriendo límites infinitos. Tragaron radicales los baremos y recogí decimales proscritos. Veo miles de series desoladas disuadiendo los anillos de mi alma y encuentro geometrías enterradas, viejas olas de números en calma.