Poco importa que yo muera. Mis actos son tan superficiales que sólo yo, con esta carne, estas manos, puedo vivirlos. Poco importa recrearse en juegos, sometiendo los actos a la más desesperada entrega. Poco importa que yo muera. Viene la luz, llegan las tinieblas, el hambre acreditada sobre mil ojos. Todo, todo llega. Poco importa que yo pase sobre esta prisión de sentimientos. Poco importa que yo muera. Ni el espacio conjugado mediante un impulso va a reflejarse en la quietud. Nada, nada espera. Os veo y no os puedo pertenecer. Soy tan fiel que en mi cumbre os quiero. Poco, poco importa que yo muera. Porque ni el agua de tu manantial sincero puede escalonarse, ni la miel de tu sabroso enjambre. Poco importa que tú mueras. Yo soy un paso sobre tus huellas, soy mitad gavilán, mitad presa. Nada quedará por sucederse. Ya viene, me acorrala, entra. Poco importa que yo muera.